Las vacunas que les ponemos a nuestras mascotas sirven para prevenir ciertas enfermedades y ayudan a que tengan una vida más larga y sana. Además de mantener una buena salud tu fiel amigo, contribuyen a que los miembros humanos de tu familia, no se contagien de enfermedades caninas transmisibles a personas.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) se refiere a la vacuna como “cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos”. Sólo son consideradas obligatorias las dirigidas contra infecciones que presentan una amplia distribución y que tienen una alta mortalidad y morbilidad.
Vacunas para cachorros …
Igual que en los niños, las vacunas en los cachorros son especialmente importantes. Los animales más jóvenes (menores de 3-4 meses) son la parte de la población canina más susceptible a las infecciones y los que desarrollan un cuadro más grave.
Antes de nacer, los perros reciben anticuerpos de la madre a través de la placenta, Pero estos son pocos comparados con los que reciben a través de la primera leche materna (95%), llamado calostro. El calostro es producido por la perra durante solo las 24-72 horas postparto, y el recién nacido tiene la capacidad de absorber los anticuerpos que posee a través de su intestino durante las primeras 24 horas de vida.
Estos anticuerpos, los recibidos a través de la placenta y el calostro, van desapareciendo después del nacimiento. Hay que elegir el momento adecuado para vacunar a los cachorros de manera que no interfiera con esta inmunidad maternal pero que tampoco sea demasiado tarde como para que permanezcan mucho tiempo sin protección. En próximos artículos continuaremos tratando este fascinante tema.
