1.- Ir poco a poco …
Es comprensible que el perro tenga ansiedad y estrés por la separación si el primer día se queda solo en casa durante ocho horas, sobre todo si es pequeño. Para evitar ese estado que le causa desazón debemos tener paciencia e ir acostumbrándolo poco a poco. Es decir, en lugar de dejarlo ocho horas solo desde el principio, ir haciendo la transición de manera paulatina: diez minutos un día, veinte el siguiente, una hora el tercero… y así sucesivamente.
2.- Nada de alargar las despedidas o celebrar las llegadas.
Cuanto más alarguemos las despedidas y cuanto más efusivas hagamos las recibidas, peor será. Si antes de marcharnos estamos diez minutos haciéndole cariños y cuando llegamos nos tomamos otros diez jugando con él, le estamos mandando un mensaje equivocado, el tiempo que va a estar sola tu mascota se le va a hacer eterno y eso aumentará su ansiedad. Lo ideal es tratar de no prestarle atención justo antes de marcharnos ni cuando lleguemos. De este modo, se habituará antes a esta situación.
3.- Agótalo y entretenlo.
Antes de salir podemos sacarlo a pasear durante un espacio de tiempo largo. Busca un espacio por las mañanas y llévalo a correr o a dar un paseo. Cuando llegue estará tan cansado que se quedará tranquilo y relajado. También puedes probar a entretenerle con algún juguete, con el que podrá pasar las horas que va a estar solo.
