1.- Revisa si la vulva está hinchada. La vulva de tu perra se encuentra directamente debajo de su ano. Antes de que tu perra entre en celo, su vulva empezará a hincharse un poco. Cuando esté completamente en celo, su vulva se hinchará hasta tener un tamaño tres veces mayor al normal y adoptará un color rojizo.
2.- Observa si sufre algún sangrado vaginal. El sangrado vaginal es un signo que indica que tu perra pronto entrará en celo. Cuando tu perra entra en celo, la cantidad de sangre disminuirá un poco y adoptará un color marrón. Si planeas reproducir a tu perra, toma nota del día en el que el sangrado empezó. Es mejor realizar el apareamiento el día 10 u 11 posterior al primer día de sangrado.
3.- Observa si tu perra se lame de forma continua. Otro signo que indica que tu perra está entrando en celo (o que está en sus etapas tempranas) es que se lame la vagina de forma constante. Si bien algunas perras no lo hacen, la mayoría de ellas desarrollarán este comportamiento cuando estén a punto de entrar en celo.
4.- Presta atención si tu perra empieza a actuar de forma extraña. Las perras que se encuentran en las etapas tempranas del celo suelen desarrollar comportamientos que, por lo general, no muestran. Las perras que están a punto de entrar en celo, en particular, suelen estar nerviosas, agitadas o se irritan con facilidad.
5.- Observa si hay un aumento del comportamiento de apareamiento. Si tu perra empieza a montar a los perros machos o a otras perras, es casi seguro que está en celo. Montar es un signo común que indica que una perra está completamente en celo. Es probable que incluso trate de montar tus piernas.
6.- Observa si experimenta cambios en la forma en la que coloca su cola. Cuando una perra entra en celo, doblará su cola hacia un lado, lo que facilitará el apareamiento. Esta acción suele llamarse desviación de la cola (flagging) y es un comportamiento común en las perras en celo.
